sábado, 25 de abril de 2009

12 de abril - Domingo de Resurrección

El evangelio de la Pascua van muy lejos que los conejos y los huevos de chocolate de la Pascua. No hay nada “suave” en la cuenta de la Pascua. Mas bien, empieza con un cementerio—un lugar de muerte. Ahí es donde el Dios de la vida nos encuentra– cuando todo esto está a la pérdida, sin control, y sin puntos de esperanza, cuando no hay nada que NOSOTROS podemos hacer para salvarnos, es ahí que el Poder crece de las cenizas de la muerte. En un tiempo que ha hecho “manso” al mensaje de la Pascua, e hizo un tiempo de venta para los armarios, es importante que recordemos que el verdadero mensaje está cuando el armario fracasa y todo parece estar perdido. Dios se encontrará ahí… y la vida vendrá. ¡La muerte no tiene dominio en ninguna área de importancia en nuestras vidas!

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