viernes, 17 de octubre de 2008
Reflexión, Domingo 19 de octubre de 2008
Hay docenas de opiniones sobre lo que significa el Evangelio del día de hoy. Sin profundizar mucho en el debate, podríamos simplemente decir que cuando Jesús menciona a César y a Dios en la misma oración, parece que Él se está dirigiendo al “poder.” Isaías también se está dirigiendo al “poder” en su oráculo que compone la primera lectura, Isaías ve que este “dictador Gentil, pagano y extranjero,” no es más que un “peón” en las manos de Dios. Él tiene “poder” (él fue el primer “emperador mundial” en la parte oriental de aquellos tiempos), pero DIOS lo puso donde Él quiso para realizar los mandatos de Dios– en este caso, reconstruir el estado de Judá y la ciudad de Jerusalén. Cristo reconoce un poder en César, pero Él, también, lo veo inferior al Poder Real de Dios. San Pablo hablo sobre “el poder del Espíritu Santo” el cual tocó a la Iglesia Tesalonicense. Así que la pregunta es, cuando nos sentimos débiles y sin poder, inferiores y degradados, ¿cómo encontramos la fuerza? ¿Dónde vamos para el poder? ¿Nos vamos de compras? ¿Manipulamos a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros maestros, a nuestros líderes, a nuestra gente? ¿Qué es lo que hacemos? Las lecturas nos invitan ver esto más profundamente, más interior, y más conectados a Dios, la Fuente de Todo el Poder. Que ustedes sean poderosos esta semana en el sentido que estén conectados profundamente en el Bien. Que Dios los bendiga.
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