viernes, 12 de diciembre de 2008

7 de diciembre de 2008

¿Es posible que el camino desértico sea un “lugar amigable? El poeta bíblico así lo piensa. Es en el desierto de nuestras vidas donde nos encuentra Dios, y hace “carreteras” en nosotros. Si alguna vez has tenido una “experiencia desértica,” sabes que no es algo que quisieras cantar. Quizá haya sido el punto más débil en tu vida.” Y quizá hayas pensado que nunca terminaría. San Pedro nos dice que Dios nunca “se delata,” en guardar sus promesas en rescatarnos, aunque se pueda sentir de esa manera. En vez, haya sombras imperceptibles de tristeza con las cuales de vemos de familiarizarnos para tener el “arrepentimiento” necesario,” o “una actitud del alma.” De otra manera, no reconoceríamos la Voz de Liberación cuando viene y esto es lo que quiere decir el Evangelio: Juan el Bautista, la Voz de la Liberación no se esperaba que él mismo fue ignorado. La “preparación” de esta semana de la celebración de la “Luz” de Navidad se trata de aprender de nuestra oscuridad, o mejor dicho, sabiendo por qué estamos en la oscuridad, para que cuando el camino hacia la Luz venga sabremos cómo seguirla. ¿Idea interesantes no lo creen? Quizá deberíamos de estar preparándonos para nuestro servicio de Penitencia el 15 de diciembre.

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